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Ansiedad
Ansiedad

Cuando las capacidades propias de una  persona llegan a sobrepasarlo, entonces la ansiedad se convierte en un problema que produce sensaciones desagradables.
Como la ansiedad es una reacción normal, el objetivo no es hacer que desaparezca, sino aprender a controlarla y reducirla a niveles manejables y adaptativos.

La ansiedad crea un círculo vicioso: como los síntomas son desagradables, la persona se vuelve más sensible a cualquier alteración física, se preocupa continuamente de que le pueda pasar algo (de tenga un ataque cardíaco, pierda el control, miedo a perder su rumbo, etc ), lo que le hace estar más ansioso/a; y así su sintomatología se agudiza.

¿Qué consecuencias tiene la ansiedad?
Lo primero que hay que saber es que la ansiedad es un mecanismo que conjunta la mente con el cuerpo por ello su afectación es en estas dos esferas;  aunque la ansiedad pueda llegar a ser muy desagradable, su tratamiento sera basado en cual es su desencadenantes o razón causal ansiogena.

Técnicas terapéuticas

Las técnicas terapéuticas parten desde el reconocimiento de sintomas y abordaje de las mismas; de ser necesario se podria trabajr de manera conjunta con otros profesionales de la salud.

1. Aceptación de sensaciones

Las instrucciones que se dan están tomadas de Barry Stevens (Varios, 1978), con modificaciones que incluyen fundamentalmente un énfasis mucho mayor en la pasividad y en no hacer movimientos ni evitaciones de las sensaciones que llegan a la conciencia.

Se trata de centrarse en la sensación mas desagradable que tengamos y entrar en contacto con ella.

2. Exposicion

La ansiedad es una respuesta sujeta a la ley de la habituación. Si se mantiene el estímulo un tiempo suficiente la respuesta desaparece. Es una respuesta muy elemental y responde a la ley del condicionamiento clásico (el paradigma se explica como en los perros de Paulov).

Se emplea la exposición en la imaginación, en vivo, la implosión y la exposición graduada, que es la más empleada.


3. Desensibilización Sistémica

Exposición al estímulo temido en la imaginación y en un estado de relajación.

De acuerdo con Wolpe (1981) el papel de la relajación en la desensibilización sistemática es producir un cambio en el funcionamiento del sistema nervioso autónomo que inhiba la ansiedad. En numerosos experimentos se ha probado que la relajación progresiva reduce la actividad autonómica si estamos ante el estímulo que nos produce ansiedad sin que esta aparezca, conseguiremos el objetivo terapéutico.

Los experimentos controlados y contrastados científicamente han demostrado que estas técnicas son el tratamiento psicológico adecuado para los trastornos de ansiedad, otros métodos son menos eficaces o ineficaces en absoluto

Depresión
Depresión


 

Disminuidas las capacidades a nivel afectivo, cognitivo y conductual se ven afectadas las esferas personal, social (en el trabajo, la escuela) y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave la depresión puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional (Un tratamiento combinado).

La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y además de ser tratado por especialistas en el ámbito de la atención primaria. 

Técnicas psicoterapéuticas y tratamiento farmacológico

Los medicamentos y la psicoterapia son eficaces para la mayoría de las personas con depresión. Un médico de cabecera o tu  psiquiatra podrán recetarte medicamentos para aliviar los síntomas (El psicólogo no puede recetarte pero conectarte con estos servicios para el trabajo de manera conjunta);  por eso muchas personas que padecen depresión también se benefician con ver a un psiquiatra, a un psicólogo o a otro profesional de salud mental.

Si sufres depresión grave, es posible que necesites una estancia hospitalaria o participar en un programa de tratamiento para pacientes ambulatorios hasta que los síntomas mejoren.

Psicoterapia

«Psicoterapia» es un término general que se usa para aludir al tratamiento de la depresión mediante la conversación con un profesional de salud mental acerca de la enfermedad y de los problemas relacionados.

La psicoterapia también se conoce como «terapia de conversación» o «terapia psicológica».

Hay diferentes tipos de psicoterapias que pueden ser efectivas para tratar la depresión, como la terapia cognitiva conductual o la terapia interpersonal. El profesional de salud mental también podría recomendarte otros tipos de terapia.

La psicoterapia te puede ayudar con lo siguiente:

  • Adaptarte a una crisis o a otras dificultades actuales

  • Identificar creencias o comportamientos negativos, y reemplazarlos por otros positivos y saludables

  • Explorar tus relaciones y tus experiencias personales, y desarrollar interacciones positivas con los demás

  • Encontrar mejores modos de enfrentar y de resolver problemas

  • Identificar problemas que contribuyen a causar tu depresión y cambiar los comportamientos que la empeoran

  • Recuperar el sentimiento de satisfacción y de control de tu vida, así como aliviar los síntomas de la depresión, como la desesperanza y el enojo

  • Aprender a fijar metas realistas para tu vida

  • Desarrollar la capacidad de tolerar y de aceptar la angustia mediante comportamientos más saludables

Trastornos Alimentarios
Trastornos Alimentarios

Los trastornos de la alimentación más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, y el trastorno alimentario compulsivo.

La mayoría de los trastornos de la alimentación se caracterizan por fijar excesivamente la atención en el peso, la figura corporal y la comida, lo que causa conductas alimentarias peligrosas. Estas conductas pueden tener una repercusión considerable en la capacidad del cuerpo para obtener la nutrición adecuada. Los trastornos de la alimentación pueden causar daños en el corazón, el aparato digestivo, los huesos, los dientes y la boca, y derivar en otras enfermedades.

Síntomas

Los síntomas varían en función del tipo de trastorno de la alimentación. La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo son los trastornos de la alimentación más frecuentes. Otros trastornos de la alimentación comprenden el trastorno de rumiación y el trastorno por evitación o restricción de la ingesta de alimentos.

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa, a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno de la alimentación potencialmente mortal que se caracteriza por un peso corporal anormalmente bajo, un gran temor a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso o de la figura corporal. Las personas con anorexia hacen todo lo posible por controlar el peso y la figura corporal, lo que frecuentemente afecta de manera importante la salud y las actividades cotidianas.

Cuando tienes anorexia, limitas en exceso la ingesta de calorías o usas otros métodos para bajar de peso; por ejemplo, te ejercitas de forma desmesurada, tomas laxantes o suplementos dietéticos, o vomitas después de comer. Los esfuerzos para bajar de peso, incluso cuando el peso corporal es bajo, pueden causar problemas de salud graves al punto de morirse de hambre.

Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa, llamada frecuentemente «bulimia», es un trastorno de la alimentación grave y potencialmente mortal. Cuando se padece bulimia, se manifiestan episodios de atracones y purgas que incluyen la sensación de pérdida de control sobre tu alimentación. Muchas personas con bulimia también restringen lo que comen durante el día, lo que suele causar más episodios de atracones y purgas.

Durante estos episodios, es normal que consuman una gran cantidad de alimentos en un tiempo corto, para luego intentar deshacerte de las calorías extra de una manera poco saludable. Debido a la culpa, la vergüenza y el temor intenso a aumentar de peso por comer en exceso, puedes provocarte vómitos, puedes ejercitarte desmesuradamente o puedes usar otros métodos, como los laxantes, para deshacerte de las calorías.

Técnicas psicoterapéuticas y tratamiento farmacológico

El tratamiento de un trastorno de la alimentación generalmente incluye un enfoque de equipo. Por lo general, en el equipo participan médicos de cabecera, profesionales de salud mental y dietistas, todos con experiencia en trastornos de la alimentación.

El tratamiento depende del tipo específico de trastorno de la alimentación que tienes. Pero, en general, suele incluir educación sobre alimentación, psicoterapia y medicamentos. Si tu vida está en riesgo, es posible que necesites una internación inmediata.

Alimentación saludable

Sin importar tu peso, los miembros del equipo pueden trabajar contigo a fin de diseñar un plan para ayudarte a adquirir hábitos alimentarios saludables.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada «terapia conversacional», puede enseñarte cómo reemplazar los hábitos poco saludables por aquellos que son saludables. Esto puede comprender lo siguiente:

  • Terapia familiar. La terapia familiar es un tratamiento basado en la evidencia para los niños y los adolescentes que tienen trastornos de la alimentación. La familia participa y se asegura de que el niño u otro miembro de la familia siga pautas de alimentación saludable y mantenga un peso saludable.

  • Terapia cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual se usa con frecuencia en el tratamiento del trastorno de la alimentación, sobre todo en el caso de la bulimia y del trastorno alimentario compulsivo. Aprendes a controlar y mejorar tus hábitos alimentarios y tus estados de ánimo, a tener la capacidad para resolver problemas y a explorar maneras saludables de afrontar las situaciones estresantes.

 

Medicamentos

Los medicamentos no pueden curar un trastorno de la alimentación. Sin embargo, algunos medicamentos pueden ayudarte a controlar la necesidad de darte un atracón o realizar una purga, o a controlar el exceso de preocupación por los alimentos y la dieta. Los medicamentos tales como antidepresivos y medicamentos para la ansiedad pueden ayudar con los síntomas de la depresión o la ansiedad, que suelen estar relacionadas con los trastornos de la alimentación.

Terapia de Pareja
Terapia de Pareja

La TP pretende la solución de problemas inherentes a la relación de dos personas que deciden convivir íntimamente juntos (Pinto, 1999).

La construcción de los problemas en una relación interpersonal difiere del planteamiento de problemas personales: durante la construcción de un problema personal es la persona quien define las características del mismo, a la par que la solución es responsabilidad de una decisión particular del sujeto; mientras que la definición de un problema de pareja requiere necesariamente de una negociación, la propia que es resultado de la “dialoguicidad” (Maturana,1997) entre los miembros, de la misma forma la planificación y ejecución de la solución deja de ser particular para convertirse en un proceso de interacción.

La inconveniencia de atender por separados a los cónyuges, el diagnóstico relacional antes que el personal, las formas propias de las técnicas terapéuticas, la posibilidad de emplear un equipo supervisor, los problemas éticos propios, (Pinto, 2000), hacen del proceso de la TP único comparada con otros abordajes.


Una modalidad muy provechosa dentro de la TP es la coterapia, donde participan dos terapeutas usualmente de géneros distintos, de tal manera que la dinámica del sistema terapéutico se agiliza, sin embargo dicho estilo de trabajo requiere que ambos terapeutas sean capaces de complementarse y de asumir ambos la responsabilidad por los pacientes.
Por lo mencionado, es pertinente deducir que la TP posee sus propios fines y procesos, lo que la convierten en un área concreta de la Psicología Clínica en general y de la Psicoterapia en particular (Weiner,1992).

Tratamiento

Una vez que se han definido los problemas existentes y las conductas envueltas en ellos, se establece el programa de tratamiento seleccionando las técnicas específicas que permiten el cambio. A continuación se listan las estrategias generales que se siguen dependiendo de los objetivos. Se mencionan primeramente las más clásicas, intercambio de conductas positivas, entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de problemas y tratamiento de los aspectos cognitivos. Se hace un comentario sobre su eficacia y limitaciones para finalizar con los avances y aportaciones que se han hecho para trata la emoción, la intimidad y el apego.

1.Intercambio de conductas positivas:

Para conseguir este objetivo:

Se enseñan los fundamentos de la modificación de conducta, aprendiendo como una conducta responde a sus consecuencias, como extinguir y fomentar conductas, etc. (Costa y Serrat, 1982)

Se utilizan y enseñan técnicas para realizar contratos, los cuales tienen que ser libres, sin imposiciones por ninguna parte, utilizando términos claros y explícitos, sin margen a las interpretaciones, que contengan ventajas para ambos. Hay que tener en cuenta que las conductas incluidas en el contrato tienen que estar ya incorporadas en el repertorio comportamental del que tiene que hacerlas (Costa y Serrat, 1982).

Se emplean una serie de técnicas y juegos que propician el intercambio de conductas positivas, entre ellas se citan: Pillar a su pareja haciendo algo agradable, y hacérselo saber, tener una lista con deseos que el otro puede ir haciendo, observar la conducta agradable de la pareja para evitar la atención selectiva, recordar los lugares, fechas, canciones, etc. que han sido símbolos de las cosas que han unido a la pareja, etc. (Cáceres, 1996).

2. Entrenamiento en habilidades de comunicación y de resolución de problemas.

Se plantea un tratamiento escalonado y adaptado a cada pareja, que comienza con el entrenamiento en las habilidades necesarias para mantener una conversación, se sigue con las precisas para expresar deseos y sentimientos y finalmente se entra en las específicas de resolución de problemas.

La base está en tener habilidades de conversación. Incluyen entre otras: aprender como hacer preguntas, dar información gratuita adicional, escuchar, llevar una conversación lo que implica: cambiar de tema, tomar la palabra, pasar la palabra y cerrar la conversación; todo basado en un lenguaje específico en el que los términos que se emplean se tienen que referir a elementos observables y cuantificables, oportunos y convenientes, centrándose en una información positiva, tanto verbal como no verbal (Costa y Serrat, 1982). También se enseña la escucha activa, para la que hay que tener en cuenta la postura y contacto visual, el tono adecuado, se tiene que animar al otro a hablar utilizando gestos y tono adecuado, evitar juicios de valor y utilizar de forma exhaustiva la empatía (Cáceres, 1996).

Con esas habilidades como base se procede a incrementar las necesarias para la expresión de deseos y sentimientos, tanto de agrado como de desagrado, para realizarlo de tal manera que no se haga daño al otro y se sea constructivo. Se enseña a manejar la ira de forma positiva, de tal manera que se eliminen tanto los ciclos en los que la mujer da respuestas hostiles mientras que el hombre se retira, como aquellos otros episodios de violencia o ira que asaltan de forma inesperada. Se actúa así contra la crítica como medio de solucionar nada, contra la actitud defensiva, practicando la escucha y la expresión de sentimientos, para proceder contra el desprecio y la falta de escucha.

Cuando se poseen estas habilidades, se afronta el entrenamiento en resolución de problemas propiamente dicho. El primer punto es construir la ocasión propicia y evitar las discusiones en lugares y tiempos que no permiten la comunicación sosegada. Después se trata de definir el problema comenzando por algo positivo, siendo específico, expresando los sentimientos y admitiendo el papel que se tiene en el problema. Todo de forma breve y dejando claro, en esta fase de enunciado, que no se quiere solucionarlo sino solamente plantearlo. Después es el momento de centrarse en las soluciones pidiendo al otro el cambio de conducta que resolvería el problema, recordando siempre que tiene que incluir reciprocidad y compromiso y con consecuencias positivas para ambos junto con elementos de seguimiento que recuerden el acuerdo alcanzado (Costa y Serrat, 1982). Para cuando no se tiene la solución clara se enseñan técnicas como la tormenta de ideas en la que con una colaboración incondicional entre los dos se generan posibilidades de solución sin sentido crítico y solo más tarde se evalúa su posibilidad.

3. Cambios cognitivos

En la terapia cognitivo conductual; cuando intervienen componentes cognitivos distorsionados, se trata detectar y reestructurar las atribuciones, expectativas, creencias irracionales, etc.; se procede a modificarlas, eliminando atribuciones a motivos o intenciones ocultos, moderando o cambiando las expectativas, los estándares aprendidos en las familias de origen o por ideas preconcebidas, para adaptarlos a las posibilidades de la pareja, atacando las ideas irracionales etc. como se ha visto, las propias explicaciones y atribuciones que se dan a los conflictos pueden ser también una fuente de ajuste o desajuste matrimonial.

Las técnicas que se emplean son la reestructuración cognitiva, el diálogo socrático, la contrastación científica de hipótesis, etc.

 

El análisis lógico se utiliza para poner las expectativas en su sitio. Para modificar las suposiciones y los estándares se utiliza el diálogo socrático, en el que se pregunta y se evalúan las consecuencias de vivir con esos estándares, tales como “no se debe estar nunca enfadado con tu pareja”. Se enseña la habilidad de utilizar de forma constructiva la metacomunicación para editar los pensamientos y hacer que sea efectiva, modificando la forma en que se está hablando y evitar seguir por los caminos de la emoción que llevan a la escalada de violencia.

4. Mejora de la intimidad y tratamiento de las emociones relacionadas con el apego

Los elementos de la llamada terapia de cognitivo conductual clásica se refieren a la capacidad de la pareja de decidir y de manejar de forma armoniosa los bienes o refuerzos que comparten y a las distorsiones cognitivas subyacentes. Como queda evidente, esta visión no enfrenta de forma directa la intimidad, aunque sus técnicas, al promocionar la comunicación y el entendimiento conjunto de los problemas, la potencian indirectamente (Lawrence, Eldridge y Christensen, 1998).

En un estudio sobre la eficacia a largo plazo de la terapia cognitivo conductual frente a terapias basadas en el insight, Snyder y colaboradores (Snyder y Wills, 1989, Snyder et al, 1991a) muestran la superioridad de esta última frente a las primera en el número de divorcios que se dieron en un seguimiento de cuatro años dentro de las parejas tratadas con cada una de las técnicas. Pese a la polémica mantenida con Jacobson (1991), que discute si realmente son tan diferentes los dos tipos de terapia, los autores (Snyder et al, 1991b) concluyen que el insight es necesario para producir el cambio en la pareja, aunque probablemente no sea suficiente. Estos resultados, que plantean una superioridad de este tipo de terapia no han sido contrastados todavía por un estudio independiente. En la terapia de insight los terapeutas realizan interpretaciones acerca de los motivos subyacentes de las conductas problemáticas y que dan una explicación a los sentimientos, creencias y expectativas explícitos en los problemas (Snyder et al, 1991a). De esta forma este tipo de terapia incrementa la intimidad y la aceptación del otro y en consecuencia fortalece la relación y fomenta su continuidad.

Hay que resaltar que uno de los procesos más importantes, entre los que ponen en marcha estas terapias, es el fomento de la intimidad, al hacer que los miembros de la pareja entren de nuevo en el proceso de autorrevelación y de aceptación, fomentando así elementos como la expresión de emociones y afectos de forma constante, mostrando debilidades en la pareja; como los sentimientos asociados al apego, los de soledad y los de necesidad de aceptación y apoyo, que van a permitir iniciar de nuevo y mantener el proceso de fortalecimiento de la intimidad.

Trauma
Trauma

también aquellos causados por el hombre, como guerras, accidentes, etc.  También podemos definir trauma como una emoción o impresión negativa fuerte que produce un daño duradero.

Un trauma surge tanto porque has sufrido recientemente un miedo de gran intensidad (terror) o porque te has sentido incapaz de manejar un peligro real o potencial.  La importancia de sufrir traumas durante la infancia y adolescencia como cualquier tipo de abuso (físico, emocional y/o sexual), violencia doméstica, suicidio de un ser querido, etc. es que pueden conducir a  trastornos mentales y físicos crónicos y afectar a los sobrevivientes el resto de sus vidas.  De hecho, hay estudios que demuestran que el sufrir traumas durante la infancia y/o adolescencia es el factor que mayormente contribuye al inicio temprano de enfermedades mentales tales como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, etc.

Causas de los traumas emocionales

Los sucesos traumáticos son eventos que tienen el potencial de provocar sufrimiento humano significativo y sobrepasar los mecanismos/habilidades naturales de los seres humanos.  Son eventos extraordinarios que se salen de la experiencia humana común y generalmente producen fuertes reacciones emocionales, físicas, conductuales y espirituales en quien los vive.  Puedes haber llegado a desarrollar un trauma emocional si has sufrido eventos como los siguientes:

  • Robos

  • Asaltos

  • Violaciones

  • Secuestros

  • Homicidios

  • Pérdida de seres queridos como padre-madre-hijo en ocasiones debidos a suicidio

  • Violencia en todas sus manifestaciones (de género, intrafamiliar, maltrato físico, sexual y psicológico)

  • Intimidación laboral (harassment) o intimidación escolar (bullying) constante

  • Accidentes graves de automóvil o de otros medios de transporte

  • Problemas médicos que te han ocasionado dolencias duraderas

  • Muerte de un ser cercano como padre-madre-hijo en ocasiones debidos a suicidio

  • Desastres naturales como incendios, terremotos, inundaciones, huracanes, con resultados devastadores.

 

El trauma, sin importar su origen, lastima de tal manera la salud y salud mental, la seguridad y el bienestar de la persona, que esta puede llegar a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma y del mundo. Estas creencias se pueden presentar en forma de pensamientos como: “soy un incapaz, soy un miedoso, estoy indefenso, me van a atacar, soy malo, nadie me quiere, a nadie le importo”; u otros pensamientos tales como: “soy incapaz de ser buen hijo, de cumplir mis horarios, de hablar en público, no sirvo para escribir, no podré ser exitoso, no tengo esperanza”. Estas creencias interfieren con la vida diaria y dificultan tu comportamiento.

Tratamiento Psicoterapeutico

Un trauma no resuelto es una de las razones más comunes por la que las personas buscan asesoramiento psicologico o terapia.

El tratamiento mas efectivo para personas que padecen traumas psíquicos es la psicoterapia, la misma ayuda a minimizar y enfrentar los efectos ocasionados por una experiencia traumática.

Con la psicoterapia, se logra llegar al foco del trauma y con el asesoramiento de su terapeuta, el individuo toma ciertas pautas para ir haciéndole frente al mismo.

El psicoterapeuta le proporcionara al sujeto las herramientas necesarias para que este logre superar su padecimiento de la forma mas saludable posible, además de ayudarlo a organizar los sentimientos que quedaron descolocados en la mente por causa de un hecho altamente negativo.

En algunos casos el psicoterapeuta mediante el psiquiatra podrá recetarle medicamentos, como antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del estado de ánimo, los cuales se emplean para ayudar a controlar los síntomas más difíciles de estrés postraumático.

Las terapias mas utilizadas y reconocidos por su eficacia para el tratamiento de los traumas son: la terapia cognitivo-conductual, terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares y la hipnoterapia.

La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) ayuda al paciente a procesar recuerdos y creencias angustiantes. Según los expertos en esta terapia, cuando ocurre una experiencia traumática o una experiencia que angustia al sujeto, puede generar que los mecanismos normales de afrontamiento fallen y la memoria y sus estímulos asociados comiencen a ser procesados ​​inadecuadamente haciendo que los recuerdos sean almacenados en una red de memoria aislada, por tanto, no sería fácil volverlos conscientes nuevamente.

Terapia para adolescentes
Terapia para Adolescentes

La adolescencia es un momento de descubrimiento y transición que plantea cuestiones de independencia y la identidad; muchos adolescentes y sus compañeros se enfrentan a decisiones difíciles en cuanto a trabajo escolar, sexualidad, aspectos sociales  que tienden a aumentar naturalmente en importancia durante el viaje de un adolescente hacia la adultez.

Cambios en la adolescencia:

  • Cambios a nivel biológico y hormonal: al crecer nuestro cuerpo cambia, con lo que pueden aparecer sentimientos de vergüenza y no aceptación. Estos sentimientos aparecen en la mayoría de los casos, pues la mente debe reconocer y afrontar los cambios del cuerpo.

  • Cambios a nivel psicológico: pasamos a la etapa del desarrollo de las operaciones formales (Piaget), lo cual conlleva un pensamiento lógico inductivo y deductivo; se desarrollan sentimientos idealistas y morales más complejos.

  • Cambios a nivel social: buscamos afinidad con los iguales y nuestras figuras de apego principales (madre y padre) son percibidos de manera diferente. Dejan de ser ídolos al advertir que comenten errores y tienen defectos como cualquier ser humano.

 

Es necesario recordar que todos estos cambios forman parte del proceso natural que nuestro cuerpo y mente protagonizan en la etapa adolescente, de tal manera que su presencia no tiene por qué ser un signo de la existencia de un trastorno. El problema surge cuando el/la adolescente no sabe gestionar estos pensamientos y emociones y se afianzan pautas de comportamiento que no son sanas para su desarrollo.

Tratamiento Psicoterapeutico

El tratamiento estará enfocada en función de la patología o disarmonía que esta atravesando el adolescente; son varios los enfoques de tipo adaptativo para cada uno de las alteraciones mencionadas en el mapa sinóptico, la cognitivo-conductual, al igual que la humanista, la terapia de aceptación y compromiso son alta de utilidad para poder abordar de manera correcta ésta transición entre la niñez y la vida adulta.

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